martes, 16 de enero de 2007
Smoking Turtle’s journal - 1
Fecha estelar indeterminada. O lo que es lo mismo, no tengo ni puta idea de que día viene a ser hoy.
Llevo 10 horas de guardia en la cabina, mirando hacia la selva y a la espera de ver si a esos malditos lagartos les da por intentar atacarnos. Llevamos cerca de una semana en este maldito lugar y todavía no tenemos muy claro si podremos salir de aquí. Ya le dije yo al capitán que el asunto de los gamorreanos nos traería problemas pero lo cierto es que 8.000 créditos es una cantidad de pasta muy jugosa como para no jugárnosla.
Y aquí estamos, tirados en mitad de un planeta de mierda y sin poder salir. Si al menos estuviéramos en una ruta comercial conocido habría alguna posibilidad de hacer algo pero sé que si intento conectar los ordenadores de a bordo una sola vez más todo el equipo se quemará y a tomar por culo. Entonces no nos sacarán de aquí ni siquiera los del consejo jedi.
La misión era sencilla. Transportar a un grupo de gamorreanos a su jodido planeta. A cambio nos llevábamos 8.000 créditos que nos iban a sentar como agua de Mayo. La Smoking necesita reparaciones de todo tipo… eso por no hablar de lo bien que nos iría poder ponerle unos escudos, algo de armamento decente o al menos un hiperimpulsor de emergencia que funcione… Pero se tuvo que joder.
Estábamos a medio camino cuando recibimos el aviso de salida de emergencia del hiperespacio. Con la taza de leche de bantha en la mano corrí hasta la cabina para encontrar que una puñetera nave nos estaba intentando abordar… Todos corrieron a sus puestos pero no contábamos con que el enemigo ya estaba dentro… los putos gamorreanos.
La batalla fue un caos. Todos menos el Keldor estábamos en la cabina y fue allí donde tuvimos que soportar el grueso del asalto. Nos parapetamos como pudimos entre la sala de sensores y el pasillo y disparamos a todo bicho verdoso que asomara la cabeza. Al principio el fuego combinado de Surool, Garick, Hans y el mio pudieron hacer algo pero hubo un momento en que nos vimos claramente superados por su número.
Tuvimos que ir retrocediendo hasta la cabina y utilizar nuestros sillones como parapeto pero los puñeteros gamorreanos seguían llegando sin parar. Y entonces apareció su jefe. El pavo era una mole inmensa de músculos con una vibrahacha más grande que su cabeza en las manos. Intentamos abatirlo pero el cabrón se movía bien y no logramos más que rozarle. Entonces Hans nos sorprendió a todos.
El chavalín sacó un sable de luz de sus bolsillos y decidió enfrentarse al grandullón en cuerpo a cuerpo. Resulta que era un jedi! Creo que todos alucinamos bastante… pero por poco tiempo. El gamorreano era una bestia parda y por desgracia Hans era todavía un aprendiz y no pudo esquivar uno de sus golpes. El resto no pudimos hacer mucho para ayudarle pero sí que nos ocupamos de vengarle de forma adecuada. Abatimos al líder y a los pocos que todavía quedaban con nosotros.
Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que el Keldor había sido capturado y de que si no nos dábamos prisa la otra nave se piraría dejándonos tirados y sin oportunidad de vengarnos. Así que los chicos y yo corrimos escaleras abajo en dirección a la trampilla de acople pero fue demasiado tarde. Los gamorreanos ya se habían separado y tuvimos que volver a la cabina para hacer que la Smoking les persiguiera.
………………………..
- Naaara!!!! Salimos ya!!! Vas a venir o te has quedado dormida en la cabina?
- Mierda! Ya voy capitán! Maldita sea, otra vez a cargarnos a esa chusma. Continuaré luego. Aquí la segunda de a bordo Nara Lee. Corto y cierro
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