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lunes, 28 de mayo de 2012

Historia de Eberron: la Era de los Monstruos (IX parte)- Los Daelkyr

Los daelkyr eran los señores del plano de Xoriat, el Reino de la Locura. Los daelkyr tienen la apariencia de humanos varios de cuerpo atlético, con una belleza inhumana y ojos de pupilas blancas. A pesar de su apariencia, los daelkyr no poseían sexo y no se reproducían, ya que estaban formados directamente de la material del propio plano de Xoriat.

El toque de un daelkyr causa enfermedades y corrupción biológica y su mera presencia puede desencadenar locura y confusión. Al menos seis daelkyr (posiblemente más) viven en Eberron en la actualidad. Los comandantes supervivientes del ejército daelkyr que invadió Khorvaire fueron encerrados en las profundidades de Khyber y se les impidió el acceso a su plano natal. Durante milenios, los daelkyr han vagado por las profundidades de Khyber, esperando que Xoriat vuelva a quedar cercano a Eberron.

Los daelkyr son inmortales y tienen una paciencia inacabable, y su forma de pensar es casi imposible de comprender para los mortales (e incluso para otros ajenos). Para los daelkyr, destruir mundos es algún tipo de forma de arte, y hasta que Xoriat y Eberron vuelvan a estar cercanos, los daelkyr se dedican a otras opciones sórdidas. Algunos son poetas, músicos o escultores aunque sus obras siempre son bizarras y alienígenas para los sentidos humanos. Su lienzo preferido es la carne, ya que son creadores de monstruos. Dolgrims, dolgaunts, contempladores, desolladores, tsochar y otras aberraciones monstruosas son el legado de los daelkyr; armas vivientes creadas expresamente para destruir la vida. La ciudadela-fortaleza de un señor daelkyr habitualmente incluye una guarnición de dolgrims, dolgaunts y comandantes desolladores mentales.

Cada daelkyr tiene sus preferencias en cuanto a la creación biológica, que reflejan sus propios gustos. Uno puede preferir los cienos, mientras que otro prefiere a las alimañas psiónicas y un tercero se muestra inclinado por las plantas carnívoras. Sus experimentos de crear nuevas razas mezclando criaturas ya existentes, llevan tiempo. Un daelkyr puede polimorfar a una criatura en otra con facilidad. Sin embargo, crear una nueva especie de aberración como los dolgrim y dolgaunts (creados a partir de los Grandes Trasgos Dhakaani capturados durante la Guerra Daelkyr) lleva años. Los antiguos sellos colocados por los Cancerberos atrapan a los daelkyr bajo Eberron y mantienen Xoriat alejado, impidiéndole volver a quedar cercano a Eberron, pero los daelkyr no han hecho grandes esfuerzos por destruir esos sellos. Sus motivos son inscrutables, después de todo, los daelkyr son los señores del Reino de la Locura. Demencia y corrupción son moneda de cambio común para ellos.

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lunes, 21 de mayo de 2012

Historia de Eberron: la Era de los Monstruos (VIII parte)

–8,000 YK El inicio de la Guerra Daelkyr.

La Guerra Daelkyr diezmó las zonas occidentales de Khorvaire cuando hace nueve mil años Xoriat, el Plano de la Locura, estuvo tocante con Eberron y los Señores daelkyr y sus terribles ejércitos de aberraciones (desollamentes, beholders, dolgrims y dolgaunts) invadieron el mundo. Los daelkyr y sus aberraciones estaban determinados a reformar Eberron para convertirlo en otra versión de pesadilla de su Xoriat natal y pasaron a través de diversos portales planares a la zona oeste de Khorvaire. Su ejército se encontró con las legiones del Imperio Dhakaani y el conflicto entre ambas fuerzas se alargó durante milenios. Por culpa de la guerra, el Imperio Dhakaani fue a la ruina conforme los poderosos moldeadores de carne y sus horrendos siervos demostraron estar a la altura de los mejores guerreros Osgos y Grandes Trasgos.

Los daelkyr tal vez hubieran tenido éxito en su plan de reformar el orden natural en Eberron para convertirlo en una extensión del Plano de la Locura si no hubiera sido por la intervención de los druidas orcos de la secta de los Cancerberos. Los druidas atrajeron el grueso de la invasión daelkyr hacia la Marca Sombría en el oeste de Khorvaire donde soltaron toda la furia primordial de Eberron sobre los señores de Xoriat y sus aberraciones. Los seis Señores de los Daelkyr que se sabe que sobrevivieron a la matanza fueron encerrados por los Grandes Druidas más poderosos entre los Cancerberos en lo más profundo de Khyber junto a sus aberraciones supervivientes.

El poder de las salvaguardas de los Grandes Druidas ha impedido que los daelkyr puedan actuar sobre la superficie de Eberron aunque sus siervos todavía pueden escapar de las profundidades para extender el miedo y la muerte. Los daelkyr no están inmovilizados tal y como sucede con los Señores Supremos de los demonios, y se pueden mover por todo el Dragón Inferior. Las guardas druidicas sacaron a Xoriat de su órbita alrededor del mundo de tal forma que no volvería a quedar cercano a Eberron a menos que los sellos arcanos se destruyeran. Con el tiempo, la influencia contenida de los daelkyr llevó al desarrollo de los Cultos del Dragón inferior, religiones diversas dedicadas a adorar a Khyber y sus siervos, los daelkyr los Señores del Polvo, con la esperanza de que conseguirían acabar con el mundo y liberar a Khyber de su prisión.

Por el contrario, los orcos de las sectas de Cancerberos permanecían vigilantes en busca de signos de que sus sellos sobre Khyber se hubieran hecho más débiles o de que pudiera existir otra incursión inminente desde Xoriat. Desde el punto de vista druídico, los daelkyr y las aberraciones mágicas son la mayor amenaza al orden natural de Eberron que ellos habían jurado mantener ya que no formaban parte inherente del mundo natural, como sucede con los no muertos, y buscan destruir el delicado equilibro entre los tres Progenitores.

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lunes, 7 de mayo de 2012

Historia de Eberron: La era de los monstruos (VII parte)

–11,000 YK. El Exilio de los enanos de Mror

Hace doce milenios, un gran número de clanes enanos emigraron desde su hogar ancestral en el continente ártico de Frostfell y se asentaron en las Montañas Raízferrea al noreste de Khorvaire para escapar de la opresión de los gigantes de hielo que gobernaban ese lugar. Aunque los orígenes de los reinos enanos de Khorvaire están perdidos entre mitos, se sabe que poco después de su llegada a Khorvaire se estableció una nación enana que se extendió bajo las montañas. En este reino, que se conoce en las leyendas enanas como el Reino de Piedra, doce guerreros enanos fueron exiliados a la superficie por los crímenes que habían cometido y que habían horrorizado a sus compatriotas. Lord Kordran Mror, el gobernante del Reino de Pedra forzó a estos exiliados a abandonar sus hogares subterráneos junto con sus seguidores.

Las puertas al Reino de Piedra se cerraron utilizando poderosa magia rúnica y Lord Mror dijo a los enanos exiliados que se mantendrían apartados de sus hermanos de las profundidades hasta que descubrieran el honor que habían perdido. Junto a los exiliados se envió a un clan de guardianes para que vigilara las puertas y las reabriera cuando llegara el momento; un clan conocido como Kundarak.

Durante los siguientes miles de años los clanes de enanos exiliados lucharon entre sí para controlar las tierras que llamaron irónicamente los Baluartes de Mror, para conseguir el dominio sobre los demás y para obtener el derecho a regresar al Reino de Piedra. Los enanos de Mror también lucharon en numerosas ocasiones contra los habitantes originales de las Montañas Raízferrea, los clanes orcos conocidos como Jhorash’tar. Incluso la aparición de la Marca de la Protección entre los enanos del clan Kundarak no hizo nada para detener los conflictos internos entre los enanos. De hecho, creó aún más desconfianza y amargura entre el resto de clanes que no habían desarrollado ninguna marca de dragón. Cuando el Príncipe Karrn ir’Wynarn anexionó las tierras cercanas a las Montañas para su padre, el Rey Galifar I, años antes de fundar el reino de Galifar, las facciones de clanes enanos fueron fáciles de someter.

Finalmente, la subyugación de los enanos por Galifar fue el instrumento de su salvación. Fueron forzados a dejar de lado los feudos violentos que mantenían y finalmente crearon una cultura común y encontraron el honor que habían perdido tiempo atrás. Pero estos descubrimientos llegaron demasiado tarde. Cuando los herederos de los Kundarak abrieron finalmente las puertas rúnicas selladas, no quedaba nada del Reino de Piedra. El reino y sus habitantes habían sido destruidos milenios antes por una invasión de los daelkyr de mientras los doce clanes de Mror luchaban entre sí.

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